Primero de agosto. Ya agosto! Nos despertamos MUY temprano, nos
organizamos rápidamente y en un desfile de sonámbulos fuimos en dirección al
Autocar (=bus) que había parqueado detrás del colegio. Entramos y nos ubicamos
para continuar durmiendo. Estábamos a 600 y pico de quilómetros de Burdeos,
nuestro destino final. Yo estaba al lado de Margarita, Susana la había perdido
de vista, ya hacía falta separarnos un poquito. Al otro lado del pasillo
estaban Oscar y Moni.
Hacia el mediodía llegamos a San Sebastián. San Sebastián
queda en el país vasco, su nombre en euskera es Donostia. Luego de los días que
pasaríamos en Burdeos, empezaría Magis, y todos ya habían recibido su grupo
Magis. Susana y yo estábamos en el mismo grupo, que era en San Sebastián, sobre
eso no sabíamos mayor cosa, y sobre San Sebastián tampoco, creo que incluso
cuando hicimos nuestra parada todavía no conectamos que volveríamos allí.
Demasiada información.
Nos recibieron las monjas de la compañía en un antiguo
colegio, hoy residencia universitaria, nos mostraron el colegio, y fueron muy
amables! En todo caso la parada en San Sebastián tenía un propósito: la comida,
así que entre todos preparamos bocadillos para todos, otra forma de interactuar
entre la gente nueva. Y así todos de a uno o dos bocadillos en mano, bajamos el
cerrito y fuimos a la playa a hacer pic nic allí. La playa de San Sebastián es
muy bonita, fotogénica, asi que fue un Pic Nic muy agradable para los ojos.
Al bus para seguir hacia Francia! San Sebastián queda
bastante cerca de la frontera con Francia, así que poco tiempo después estábamos
en pleno limbo fronterizo, y luego, en Francia. Eso de las fronteras en Europa
es muy charro, porque se cruzan como si no estuvieran, pero con solo cruzarla cambia
un montón de cosas: idioma, rutinas, etc. Y el mejor indicativo: cambia la
señal de celular, o sea, pasa a ser roaming internacional, de hecho esa es la
forma más efectiva de percibir que se ha cruzado la frontera.
Por la tarde llegamos a Burdeos, la llegada es bastante bonita,
porque se cruza un rio, la Garrone, y se llega a una ciudad francesa, color
caqui, con ventanas bonitas, plátanos (el árbol) con sus troncos claros y sus
hojas verdecitas, plazas, coins… enfin… la France! Yo volvía por tercera vez en
este viaje al objeto de mis deseos en cuestión de países.
Una pequeña introducción, y bienvenida oficial al frente de
notre-dame de Berceau. Estatua que estaba en el primer colegio de la compañía.
Cantamos nuestro ‘primer himno’ del encuentro por primera vez: http://www.jovenesahe.net/download/himno%202011.wma,
cancioncita pegajosa y que definitivamente nos unía, por Marcela Bonafede, odn.
Con la guitarra de Fer y de Maria.
Los pueblos del norte, los pueblos del sur
Celebran caminos tinieblas y luz
El cielo y la tierra gimen de dolor
Es parto de vida de un mundo mejor
Vamos con María al encuentro de Dios,
De un Dios que palpita en cada corazón.
María acompaña nuestro caminar,
De hermanos
de todo servir y amar.
Vamos
con Maria al mundo, Señor,
Con
rostros distintos, cultura y color.
Tendemos
la mano con nuestra amistad
Tu amor
nos desborda, semillas de paz.
Artistas amantes de la humanidad
Llenos de tu fuego vamos a incendiar
los pobres maestros de lucha y de fe
Memoria viviente del Dios Emanuel
Recibimos nuestro primer Libro de Peregrino, mochila y lapicero.
Después de cenar fuimos a una capilla, y formamos los grupos de examen. Aquí compartimos
un poco como nos sentíamos y como nos parecía que actuaba Dios en nosotros.
Este primero en particular hablábamos de la Anunciación de la capacidad de acogida y otros cuestionamientos que nos propone Maria en la anunciación. Es
bonito compartir esas cosas, aunque no siempre es fácil. Luego en los mismos
grupos teníamos que conseguir pareja para una actividad al dia siguiente, y
decidimos que una persona del grupo, que no nos conocía, eligiera las parejas,
para que quedara bien aleatorio, y cual sorpresa, había quedado con Cristina!
Luego de esto tuvimos una performance de danza y teatro por Veronique y
Margarita, con velas, para terminar con la presentación de la tumba de Santa
Juana, que era donde nos encontrábamos, algunos ya sabían que era allí, pero
para otros fue una enorme sorpresa, incluída yo. Después de eso volvimos al
lugar donde dormíamos y estuvimos confraternizando.
Mónica y yo éramos las encargadas de ir a la reunión de monjas por la
noche, entonces allí estábamos para cumplir nuestro papel de aportar lo que nos
pareciera necesario aportar. La verdad era que lo pasábamos bien la Moni y yo ahí
oyendo historias. Al final de todo, quedaba dormir un poco para otro día lleno
de cosas nuevas. Esto apenas acababa de empezar. Pero ahora tomaba cara de
encuentro!
