Monday, October 10, 2011

Himbeere

Piet Mondrian en 3D

El domingo descansamos. Pudimos dormir toda la mañana, mientras la familia iba a misa. Fue muy bueno. Cuando llegaron almorzamos y de postre, chocolate con gomitas que hizo Santiago alguna vez. Pusimos a lavar la ropa, que ya hacía falta, y sobre todo los busos que llevaban una semana de uso intensivo.
Por la tarde salimos con Alex, que nos llevó a un museo muy bacano, mantenido por una fábrica de chocolates! Es decir, los dueños de tal fábrica tienen una colección y mantienen un museo. La exposición que nos tocó fue de puros cuadros con temática de cuadritos, todos tenían cuadrados porque además el chocolate Ritter solo se vende en cuadrados, de distintos tamaños, pero cuadrados. Susana vio una escultura y dijo: mirá Piet Mondrian en 3D, y al rato cogimos audio, y en las mismas palabras prácticamente describían la obra. Muy chévere! Y la tienda del museo también es súper bacana, hay cosas muy inusuales. El chocolate que había hecho Santiago fue allí, porque los niños en vez de ir al museo pueden ir a fabricar su propia barra de chocolate.
Museum Ritter
 Ese dia lloviznó todo el día, e hizo bastante frio. Por suerte Angelika me había prestado un buso muy calientico. Por eso el plan de museo estuvo apenas. 
Del museo fuimos a una abadía, ahora me falla terriblemente la memoria, pero era una abadía de monjes cistercienses protestantes, y tenían que ver algo con los monjes de Cluny, abadía por la que habíamos pasado cuando estuvimos en Taizé. Algo así, espero no estarles diciendo muchas mentiras. El cuento en últimas era que esos eran los protestantes de los que habíamos visitado en Francia, o algo así. Igual ambas están vacías ya. Pero nos fuimos a visitarla. El audio era como si fuera un futuro monje, que va mostrando y comentando los ambientes del claustro, y comenta que se hacía a diario, entonces medio que te transporta al momento donde aquel lugar estuvo lleno de monjes, e incluso te puedes imaginar el frio que se sentía, porque buena parte de la explicación correspondía a la calefacción que tenían o no tenían las habitaciones.
Fue bastante interesante.   Y conversar con Alex también. Cuando al fin llegamos a la casa teníamos mucho frio, y estábamos bastante cansadas de las andanzas. Comimos, delicioso y típico, como siempre, ese día probamos los prezzels. Y nos fuimos a dormir.
Claustro
El lunes Santiago tenía clase todavía. Entonces por la mañana estuvo en el colegio, que queda a algunas cuadras de la casa  se va en bicicleta, y nosotras nos fuimos a conocer Tubingen con Angelika. Recorrimos calles, y nos contó de edificios, paisajes y casas. La universidad de Tubingen tiene a muchos notables en su lista de exalumnos. Ahí, como creo que en toda Alemania las iglesias son protestantes o católicas por igual, entonces la que parece ser la catedral, puede no serlo pues es una iglesia protestante. Por todo eso Tubingen sigue siendo un sitio muy interesante, hay librerías por todo lado, incluso una solo para clientes mujeres. Y es muy linda también, al borde del rio Neckar, hay una casa de un viejo poeta, que es sitio obligado, y en el rio ha barquitos que se empujan con palos largos porque no es muy profundo. Parece una ciudad de cuento.
Tübingen
Por la tarde después de almuerzo nos fuimos a un castillo! Un castillo de verdad. Que queda en la cima de un bosque y ese dia bajo un cielo nublado. Donde todavía vive gente! Y también dejan entrar turistas a una parte. Para llegar allá había que subir una infinidad de escaleras.  La más célebre habitante de ese castillo fue una duquesa, o algún titulo de esos,  Augusta.  La visita fue en alemán, porque no había mucho de otra, la de inglés a había sido. Entonces toco ir haciendo de cuenta que íbamos captando alguito, con ayuda de Angelika. Santiago se disfrazó de rei! Y vimos las joyas del castillo. Cuando terminamos la visita hacia un viento terrible.
Nada mal la listica.
Volvimos a Tubingen porque Santiago tenía clase de música, lo dejamos allí,  nos fuimos a la casa. Susana había empezado a recibir los documentos de preparación para Orvieto, y también el guión de una obra que iba a participar en Arte, Humanismo y Espiritualidad. Que tenía que empezar a echarle ojo. Al rato llegó Santiago, que lo recogía el abuelo de su amigo, y Alex, y cenamos. Yo ya a estas alturas estaba adquiriendo un verdadero vicio a las frambuesas y a las blue berris que teniamos siempre frescas en la mesa. La verdad es que las frambuesas son algo del otro mundo, suavecitas, con pielcita de terciopelo, dulces, y de un color que parecen mentira. Hasta aprendi a decir en alemán: Himbeere, el problema es no confundirlo con Bier, cerveza.
Burg Hohenzollern
Susana le ayudó a Santiago con unas tarjetas para sus profes y yo le conté que conocía una canción con su nombre: Fray Santiago, que por supuesto también existe en alemán, entonces le gustó mucho. La cantaroleaba por ahi.
Esa noche antes de dormir leímos la obra de AHE, y nos divertimos un buen rato, a risa tendida algunos momentos, imaginando, aun sin rostros, como seria tal obra. En la casa se acostaban muy temprano, entonces por lo general nosotros nos quedábamos un rato despiertas más por disfrutando de nuestra compañía.

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