che bella, Alhambra

Estamos en Granada, que queda en Andalucía, en el sur de España. Aquí tienen un acento bastante más particular que en Madrid. Cuando les entendemos, se nos parece al chileno, que termina los verbos en y , dicen "po" en vez de pues, y aceleran al final de las frases. Pero por lo general ni los entendemos del todo cuando hablan por la calle, ni nos entienden así hablemos en el español más claro que podamos, toca repetir un par de veces. Estamos en un hotel en la cima de una "cuesta que cuesta" camino de la sierra nevada, que  está a un poco más de 750 msnv. Llegando a Granada pudimos ver como aparecían las montañas, no muy altas para nosotros, poco a poco, y como en la carrilera pasábamos por túneles cada vez más frecuentemente. A la llegada descansamos.

Tuvimos un día largo. Teníamos que llegar muy temprano (antes de las 7 y30) a la Alhambra, que más adelante les iré contando en que consiste, para resolver un problema con las entradas que habíamos comprado con antecedencia. Pero las entradas que teníamos las podíamos utilizar solamente por la tarde, de 2 a 8pm. Con una parte que además tenia horario fijo, a las 7pm. Es decir, 12 horas después de haber llegado allí.

Lo de las entradas, afortunadamente fue más sencillo que lo esperado, y antes de las 8 estabamos encartadas con el tiempo por delante. Primero miramos detenidamente la tienda-libreria. De modo que se nos fue casi una hora, y ya empezaba en sol a calentar un poco. Luego preguntamos si podíamos visitar una exposición de M.C Escher, uno que hace unos dibujos de escaleras infinitas, y peces que se vuelven pajaros, que estaba anunciada en carteles, y nos enteramos que había toda una parte de la Alhambra, que podíamos visitar sin entradas. Porque volver a hotel no valía mucho la pena, aunque no estamos lejos. Ir a Granada, a conocer el centro e la ciudad, era una opción, pero había que descubrir como.

Fuimos entonces a ver la parte que estaba permitida. La Alhambra es un conjunto amurallado, que fue construido por árabes en el siglo XII, cuando España era en buena parte territorio árabe. En el siglo XVI los reyes Católicos Isabel I y Fernando II recuperaron el territorio y trasladaron allí su residencia. Ya en poder de los reyes, se le agregaron construcciones renacentistas, un palacio y una iglesia. Es una simbiosis extraña entre expresiones del mundo árabe y del mundo occidental católico. Hoy es patrimonio cultural de la humanidad, y además a sido inspiradora de el libro "Cuentos de la Alhambra", de Washinton Irving, entre otras cosas.

Escher no estaba disponible (que triste)! Entonces vimos el museo de la Alhambra, y todo lo que podiamos ver de la parte libre. Bajamos (porque queda en otra cuesta) a ver la puerta de la Muralla, por donde podiamos seguir bajando al centro de Granada. Pero al fin decidimos evitarnos la posterior subida, y nos quedamos ahi mismo. Volvimos a la Alhambra, y almorzamos unos bocadillos, que acá no tienen nada que ver con guayaba, sino que son una especie de sánduche con jamón serrano y algo más. Ese bocadillo, y una cerveza, me dejaron a punto de dormirme parada, y como todavía nos quedaba una hora para acceder a los puntos visitables, nos hicimos en una sombrita (escasas con estos soles), y yo me recosté en Susana. bastó eso para quedarme dormida unos 20 minutos. Creo que de las pocas que puede contar que ha dormido allí, porque de hecho está hasta prohibido en el reglamento, sutilmente. Mientras tanto Susana se dedicó a evitar que una paloma la colisionara, porque estaba verdaderamente decidida a pasar a ras de nuestras cabezas.
A las 2 y media por fin empezamos nuestra visita. Empezamos por el sitio más alto y más lejano, pero tal vez el más hermoso: El Generalife (y no se lee laife sino life) que fue un palacio afuera de la Alhambra que se construyó en una de las dinastías de alguno de los sultanes para escaparse de la vida adentro. Lo bello que tiene es que combina sencillez con detalles hermosos, y una casi perfecta combinación con el agua y los jardines que lo rodean. Ahi además de disfrutarlo nos dió la hora de la bobada entonces también nos reimos mucho.
La visita a Granada fue por ir a la Alhambra, y a la Alhambra queriamos mucho ir, porque mi abuela, toda la vida ha tenido en la mesita de centro de la sala un librito sobre este lugar. Y de tanto mirarlo, como que queria conocerlo en realidad. Por eso, y por lo que el lugar nos fue evocando, tuvimos muy presente a mi abuela en todo el recorrido.
Del Generalife bajamos lentamente, y paramos a descansar en otra sombrita un rato. Apenas iban a a ser las 4 de la tarde. Visitamos el sitio más bajo: La Alcazaba, que quiere decir como fortaleza o algo asi. En todo caso  es un conjunto de torres de donde se puede ver el barrio arabe, el Albaicín, y toda granada. El sol estubo implacable ahi, pero subimos a las torres a ver Granada desde Arriba. Es muy bonito. porque al fondo se tiene la sierra nevada aun en este verano, en los cerros cercanos esta la Alhambra y algunas otras construcciones, y abajo, la ciudad, que baja desde la loma de los cerros hasta el plano.
Hay que notar que en la Alhambra fue donde más idiomas raros escuchamos. La gran mayoria eran completamente desconocidos para nosotros. Algunos serán árabe, otros de los países nórdicos, y no faltaron los grupos de orientales.
De la Alcazaba teniamos que esperar hasta las 7pm para poder entrar a los más bonito, que son los palacios Nazaríes. Entonces nos pusimos a leer un rato. Fue ahi que un señor frances le dijo a Susana indignado que botara unas cascaras de naranja a la basura (estaban en el piso), y Susana que pensaba hacerlo después de comerse la naranja, le toco hacerle caso los más rapido posible. Habíamos llevado libros por si la fila de las entradas era larga, y terminaron sirviendo para entrenernos en este momento, de esas cosas que uno le va aprendiendo al papa. En algún momento sentimos que nos encartaban los libros, pero tambien descubrimos que había servicio de lockers gratis.
Despues de larga espera, con el sol en los ojos, bastante cansadas, y casi sin bataria en las camaras, por fin nos toco el turno en los palacios. Y hay que hacerles venia. Es increíble el nivel de detalle al que llegan los adornos en yeso de las paredes.  La forma como juegan con el agua que baja de la montaña, helada, para mezclarla a la arquitectura, y como los elementos religiosos van jugando parte en cada lugar. El Oratorio era de arriba a abajo todo absolutamente decorado. Para no intentar describir lo idescribible, más bien les dejo las palabras de Jorge Luis Borges:

Grata la voz del agua

                                                         a quien abrumaron negras arenas,

grato a la mano cóncava

el mármol circular de la columna,

gratos los finos laberintos del agua

entre los limoneros,

grata la música del zéjel,

grato el amor y grata la plegaria

dirigida a un Dios que está solo,

grato el jazmín.

Vano el alfanjeante las largas lanzas de los muchos,

vano ser el mejor.

Grato sentir o presentir, rey doliente,

que tus dulzuras son adioses,

que te será negada la llave,

que la cruz del infiel borrará la luna,

que la tarde que miras es la última.

Lastimosamente la fuente más emblemática está en proceso de restauración desde el 2006, pero aún así, pudimos ver el proceso de restauración, y las fotos de como deberia ser. Y se nos terminó de acabar la bateria, la nuestra, y la de las camaras.
Por ultimo fuimos al Partal, que era unos jardines y casas más modestas, pero igualemente bellas. Y terminamos nuestro recorrido volviendo al hotel, con ganas de baño y cama, después de haber sido posiblemente, de los turistas que más tiempo han pasado en la Alhambra.