Friday, July 22, 2011

Attention a la marche

Romy, la perrita de Thomas
Ese domingo había un encuentro importante, resulta que Thomas salió el 12 de Julio de paseo por algunas ciudades de Europa, sobretodo del este, con dos amigos, Benoit, y Cyril, pero estos dos no se conocían aún, porque Benoit es compañero de Thomas en la Universidad y no vive en Paris, y Cyril, del colegio. Y ese dia iban a planear lo que faltaba, entonces hicimos lo siguiente: Fuimos  todos: Cyril, Thomas, Susana y Yo, a recoger en Gare du Nord (una de las muchas gares de Paris)  a Benoit, luego nos fuimos para Montmartre, que es donde queda la iglesia del Sacre-Coeur, y el barriecito de los artistas. Parisino hasta que ya. Nos echamos un paseíto por ahí, y bajamos el montecito, por un lado no tan turístico. Cuando llegamos abajo, en paso parisino, que había a la derecha??? Le Moulin Rouge! Si no hubiera sido porque les dijimos, ¡ey esperen tomamos una fotico!, simplemente hubiéramos pasado por ahí como si fuera normal andar y tropezarse sin proponérselo con sitios de tal fama.
De ahí, seguimos caminando entre sex shops, y conversando sobre los idiomas y no se cuales, en busca de un ptit Grec, que no se cual sea la traducción, pero en todo caso era el almuerzo. Y lo encontramos. Supo delicioso, tal vez por el hambre que teníamos.
Un laguito con esculturas que casi no se aparece.
Después de almuerzo teníamos dos rumbos, los chicos se iban a donde Cyril a organizar lo del viaje, y Susana y yo íbamos a pasear por Paris.  Queríamos ir a la Defense, que es un Barrio moderno de Paris, y tiene un Arco en la misma vía del arco del triunfo, pero es un edificio de oficinas, y de arquitectura muy moderna. Eso nos había faltado hace 7 años, y era el escenario del primer libro de francés que tuve en la Alianza Francesa, y  el personaje, se llamaba nada menos que Benoit. Aunque yo nunca entendí la historia esa. Es un lugar interesante en todo caso. La parte futurista de una ciudad tan clásica como Paris, pero hay que reconocerlo que no tiene mucha personalidad, podría ser cualquier otro lugar del mundo.  Caminamos un rato por ahí, vimos las esculturas y la fuente, buscando un laguito con esculturas que yo tenía la impresión de que era allá. Pero no lo encontramos.
De ahí, volvimos al centro de Paris, a la estación de Metro Parisino por excelencia, la estación que preferiblemente es mejor no conocer. Les Halles. Unión de tal vez una decena de líneas de metro.
Zobel, Blandine, y los tres
Salimos a la luz, y como no teníamos Mapa de Paris tocaba a punto de olfato. Nuestro destino: Centro Georges Pompidou. El Pompidou tiene una de las mayores colecciones de arte moderno y contemporáneo del mundo. Ese tampoco lo habíamos conocido hace 7 años, de pronto hace 15, pero hasta allá no me llega la memoria. Es un edificio muy charro, parece una jaula de hamsters. Y estaba haciendo solecito lo más de rico.
Tuvimos mucha suerte. Resulta que el Pompidou tiene entrada libre los primeros domingos de mes. Y que dia era? Primer domingo de mes!  Entramos gratis! No teníamos suficiente tiempo para ver toda la colección, así que nos quedamos con los modernos: Picasso, Braque, Klandisky, hasta Marcel Duchamp, uno de los artistas más curiosos y raros del siglo pasado, que tuve la dicha de investigar en el colegio. “La Fuente”, su obra maestra, está en el Pompidou.
Cyril, Benoit, Thomas y yo
Terminando la visita nos asomamos por las terrazas a ver el panorama. Vimos la Torre Eiffel, para no decir que vinimos a Paris y no la vimos, vimos el Sacre Coeur, donde habíamos estado por la mañana. Y cuando miramos hacia abajo: Sorpresa! El laguito de las esculturas que estábamos buscando en la Defense. Fue muy charro encontrarlo ahí como si nada, como si no lo estuviéramos buscando.  Habíamos quedado de estar en la casa a las 8:30, asi que volvimos a Les Halles, a tomar el amigo RER B rumbo a la casa.
Llegamos y Benoit se iba a quedar a dormir ahí, entonces cenamos una rica comida que preparó Myriam. Thomas y Benoit nos mostraron una tarea de su clase de español que les parecía muy difícil, y lo era. Y después de la comida, nos pusimos a ver The Shining, porque al otro día habíamos quedado de ir a una exposición sobre el director de cine Stanley Kubrick, y era bueno ver alguna de sus películas.  Entonces nos vimos esta de suspenso, The Shining, que me gusta mucho, yo ya me la había visto.
Gente linda! Myriam y Thomas
Y dormimos para al otro día, despertarnos y vernos otra película antes de salir para la Cinematheque Française, donde era la exposición. Nos vimos Dr Strangelove, que es una comedia muy aguda de la guerra fría, y de ahí salimos para la Cinematheque. Nos encontramos en el RER con otro amigo de Thomas, Tristan, que también iba a la exposición. La Cinematheque queda en un lugar bonito de Paris, desconocido para nosotras. Queda en un parque donde también hay un sitio donde hacen grandes conciertos.  Estuvo muy bacana. Es raro un plan de esos: vamos a ver una exposición! Pero se lo toman a pecho. Pedimos audio guía, y eso fue leer cada letrica que estaba escrita, ver completo cada video, escuchar cada explicación. Total que nos quedamos más de 4 horas allá, y salimos medio metidos en las historias de la Naranja Mecánica (Orange Mecanique), Lolita, y todas las otras películas que hizo Stanley Kubrick: "si se puede pensar o si se puede escribir, entonces se puede filmar".
La Defense
Y con un hambre! Tanto que ni el francés me fluía bien.  Dejamos a Tristan en la estación de RER, y nos fuimos a comer un subway antes de despachar a Benoit en Gare du Nord que iba para su casa, y volvernos a casa con Thomas. El RER es todo un laboratorio humano, ahí uno puede encontrar lo que se le ocurra. Desde gente disfrazada de comics japoneses, hasta todo lo que se le pueda ocurrir. Thomas es súper amable con la gente. Dijimos que le iban a tener que pagar como colaborador, porque siempre que estuvimos con él le indicó a alguien alguna cosa. Una señora en especial nos preguntaba insistentemente y no le quería creer a Thomas, hasta que Thomas le dijo que no insistiera con nosotros que nosotros no sabíamos más que él. Otra vez, le regaló a un muchacho lo que quedaba del pase que ya no íbamos a usar. Súper querido.
Miró sur Defense
 En la casa tuvimos una bonita comida con Thomas y  Myriam, con Romy, la perrita que tienen, merodeando por ahi. Al día siguiente Myriam salía temprano para el sur de Francia donde su familia, y nosotros partíamos para Londres. Hace 7 años nos despedimos porque Thomas y Paul iban para Londres con su papá, esta vez, nosotros dejamos a Thomas para irnos a Londres. Cosas de la vida.
Antes de dejar Paris, queríamos ver a alguien más, Zobel, un Camerunés que estuvo en mi casa hace 6 años, en el 2005 a principios. En esa época era soltero y vivía en el centro de Paris, hoy está casado, tiene 3 hijos, y vive a escasas 2 cuadras de donde Myriam y Thomas. Coincidencia? Lo había llamado antes pero solo pude hablar con el el dia antes de irnos, y quedamos de ir a conocer a los niños. Entonces nos levantamos temprano arreglamos las maletas, y fuimos a donde Zobel dejando a Thomas súper dormido en la casa. Conocimos a los tres niños: Agathe 5 años, Maximilian 3 años y Kysito 2 años. Hicimos la hazaña de ir hasta el mercado con la guardería, y volvimos a la casa de Zobel. El quería que almorzaramos ahí. Pero a mí me daba pena dejar a Thomas solo.  Zobel entonces dijo que lo llamáramos también. Y llamamos a Thomas, que aceptó venir,  fui por él,  y en esas llego Blandine la esposa de Zobel. Y fue un almuerzo muy rico. Thomas y Blandine descubrieron que los vecinos de Thomas son amigos de Blandine, y que en invierno cuando no tapan los arboles casi que se pueden hablar de ventana a ventana. Entonces volviendo a la casa, comentando que había estado muy rico el almuerzo sin tener que cocinar, decíamos que es muy simpático eso de que a menos de 50 metros de distancia en un rincón de Paris vivan dos personas que casualmente conocen a las mismas 4 personas en Latinoamérica.
"L'art doit discuter, doit contester et doit protester."
 G.Pompidou
Cogimos las maletas y salimos para Gare du Nord en el famoso RER B. Llegamos con mucho tiempo, tanto que fuimos a tomarnos algo afuera y disfrutar el ultimo rato de esos 4 dias de intensa convivencia. Pero no nos dimos cuenta que ir a Londres no es como tomar el tren  para ir a la esquina, y teníamos que haber estado 30 minutos antes. Resultado: despedirse de Thomas de mucho afán, entrar corriendo, sufrir un poco, y perder el tren para Londres, “its too late for this train” decía el acomodador. El consuelo: había lugar en el siguiente tren, y de los males el menor, nos pusieron sin mayores complicaciones. Esperamos poder ver a Thomas en Madrid, para despedirnos mejor.

La Fuente. M. Duchamp
Eso fue Paris, un torbellino lleno de emociones, recuerdos, caminadas, metros y dejavus. Antes de continuar solo queda decir como en las paradas del RER: Atention a la marche en descendant du train.

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