Wednesday, July 13, 2011

Avenue de la Paix

El día siguiente fuimos a Geneve, en Suiza, que queda a un poco menos de 2 horas en tren regional desde Lyon.  El viaje, agradable, por la región de Rhone-Alpes. Porque el Rhone  pasa también por Ginebra, o mejor dicho, nace ahí, del  lago Leman, un lago enorme  que es sobre el cual se encuentra Ginebra por un lado, y Lausanne por el otro, y que por lo general tiene un chorro simpático, y fotogénico, pero ese día no estaba funcionando.
El sitio de mayor interés para mí en Ginebra era la sede de las Naciones Unidas, y lo primero que nos pasó fue que la máquina para comprar tiquetes de trasporte público nos habló, primero porque solo recibía monedas, y segundo porque no devolvía si uno de daba plata demás. Entonces decidimos irnos a pie hasta las Naciones Unidas. De camino, pasamos por un parque muy bonito, donde quedan casas muy bonitas que ahora son museos. La primera era la casa del creador de La Cruz Roja, en otra estaba el museo de la historia de las ciencias, que entramos y estaba interesante. Había una exposición temporal sobre la química. En el parque, nos encontramos un arbolito lleno de moras, y había muchas moras en el piso. Con tocarlo caían algunas moritas. Paramos e hicimos una pequeño picnic de moras antes de continuar.
Entonces salimos del parque y empezamos a caminar por la avenida de la Paz, que es donde más adelante va a estar el edificio de las Naciones Unidas. Ahí empiezas a ver un montón de gente encachacada de varios países. Y además Ginebra tiene una diversidad muy grande, la gente no habla francés, hay varios hindúes, árabes y orientales, hay gente de muchas partes del mundo. Y mucha gente pobre también.
Por la avenida de la Paz, nos encontramos el Observatorio Meteorológico Mundial, lugar donde trabajaré algún día, no me chocaria. Y por fin avistamos el Palacio de las Naciones, o Palais des Nations. Antes de llegar a la entrada de visitantes todavía pasamos por la silla gigante con una pata quebrada, puesta en algún evento sobre los damnificados de las minas, y la sede principal del CICR, Cruz Roja Internacional. En la entrada de la ONU, sin embargo, falta mi modo de ver una Mafalda con su mundito, la furtura interprete. A la ONU, llegamos justo a tiempo para el comienzo de las visitas guiadas. La hicimos en ingles, porque Susana estaba cansada de hacer esfuerzo para entender francés, y el guía era un italiano muy pinta, dijo cosas muy interesantes sobre la Onu, y las salas de reuniones, todas las salas están decoradas por distintos artistas, y todo lo del Palais, hasta los materiales de los pisos, son donaciones de los países miembros, que hoy son 192. Muy interesante.
Salimos de la ONU muertas de hambre, y todavía no teníamos como tomar tranvia, porque como en Suiza no usan Euro, si yo pagaba en Euro, me devolvían en francos suizos, pero yo no tenia menuda, y no quería que me devolvieran una cantidad enorme de francos suizos. Al fin entramos a comer algo, y nos las arreglamos para conseguir las monedas suizas que necesitábamos. Compramos los benditos pasajes, y el tiquete era valido por una hora. Entonces aprovechamos y fuimos al lago, lo cruzamos en barquito, que hacia parte del transporte incluido en el tiquete, y de allá nos devolvimos, en otro barquito, para llegar a la estación a las 7, y tomar el último tren para Lyon. Llegamos cerca a las 10 a Fourviere, y Marie Chantal todavía nos estaba esperando para comer.
El día siguiente no teníamos plan, porque íbamos a irnos para Paris ese dia, pero como no había tren,  entonces teníamos un dia extra en Lyon. Marie Chantal iba a recibir a una amiga que venía de Paris, e iban a ir a un museo, otro museo en un pueblito de nada, de un artista llamado Arcabas. Y ofreció si queríamos ir, juiciosas escuchando música, entonces nos pegamos del paseo. Era otro pueblito como a dos horas de Lyon,  almorzamos por allá, y fuimos al museo ese, que era una iglesita, que este pintor ha tomado como proyecto   de toda su vida. Muy interesante estuvo. Y el paisaje de las montañas, espectacular. Estuvo haciendo fresquito todo el dia. Nos reímos mucho con  Marie Chantal y su amiga. Y yo con Susana.
Llegando a Lyon ellas dos se iban a la fiesta del sagrado corazón, que era la comunidad de Jane, la amiga, y a nosotras nos dejaron en Bellecour. Fuimos a ver otro muro pintado que nos faltaba, de los lyoneses celebres. Luego un helado más, Susana Nutella y yo canela. Y subimos hasta Fourviere, donde comimos, Terese súper querida nos acompañó, y por último, a arreglar maletas, como de costumbre.
Ginebra


Les mogntagnes d chartreuse

Con Marie Chantal


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